domingo, 27 de julio de 2025

Vuelvo al blog. No con certezas, pero sí con ganas de entender lo que viví.



 ¿Vale la pena un posdoc? Para mí, no. Al menos, no este. Pero cada quien habla según le fue en el juego. Según yo, le echaría todas las ganas, publicaría mucho y sería la jefa de jefas. Y pum… me cayó una cubeta de agua fría. Otra cuestión es que igual solo di lo que tenía que dar, ni más ni menos, no me desvelaba en el laboratorio. No sacrificaba mis fines de semana. Me tomé mis vacaciones. Hice lo que tocaba. Ni más, ni menos. Pues qué esperaba también ¿verdad?, obviamente por eso tuve los resultados que tuve. Me traumé, por que yo, según una ya toda señora doctora en ciencia e ingeniería de materiales, en una conferencia me equivoqué al decir el título de mi propio proyecto. Frente a todos, dije: “No sé”. ¿Fue valentía o falta de preparación? Me inclino por lo segundo. Aunque, ¿quién sabe? He recibido como 10 rechazos de revistas de que no aceptan mi artículo, me falta innovación, más datos, me falta más amor a la ciencia. ¿qué me ha pasado? Aún me sigo comportando como una estudiante, pidiendo asesoría, mentoría, no me siento segura de lo que hago, necesito siempre aprobación, no tomo iniciativas. Ya metí papeles para otro posdoc. Si, aún sin saber si lo quiero. Porque hay que pagar la renta, la vida, el capitalismo. Veré si vuelvo a enamorarme de la ciencia. Veré si cambio de rumbo. Pero de algo estoy segura: todo pasará.

Vuelvo al blog. No con certezas, pero sí con ganas de entender lo que viví.

 ¿Vale la pena un posdoc? Para mí, no. Al menos, no este. Pero cada quien habla según le fue en el juego. Según yo, le echaría todas las gan...